sábado, 16 de enero de 2010

Into the blue again

Sostenido por elásticas cuerdas, algas marinas danzando con la música de los mares, filtrando los rayos solares en la densa y húmeda nube de este pequeño sueño que luego olvidaré.

Lentos y profundos tonos de violines... baterías claras y lejanos pianos me envuelven en este tibio mar lleno de microscópica vida. Todo conectado por los lentos cambios de presión en mi cabeza.

Vuelven una y otra vez los ecos que me hablan del espacio, las distantes montañas y las coloridas texturas de los valles oceánicos. Un silencioso lenguaje mental, una extensión de mi misma piel, cada instante más difusa y etérea.

Luego solo son sonidos interiores, ondas viajeras dilatando mi propio tiempo y espacio, contrayéndolo una vez más... respirando dentro de mi.

En aquella parte que ya no es solo mía, ni del mar.