Por permitirme hablar de lo que no tiene nombre, por darle sentido a mis noches, por hacerme babear con mis fingidos orgasmos de conocimiento.
También te pido perdón por ser inconsecuente, por olvidarte, por olvidarme.
Y eventualmente también te daré las gracias por mostrarme el significado de lo que ahora solo me sabe a caos y desorden hormonal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario